A metamorphosis of the part: the PSOE has passed a centrar su program of 2015 in the lucha contra la corrupción a hacer desaparecerla como pilar central de sus propuestas. Un cambio que actualmente cobra especial significado, teniendo en cuenta el plan legislativo que ha emprendido Pedro Sánchez para abolir la sedicion y rebajar la malversación.
In 2015, for ejemplo, the application programático con el que el PSOE concurrió a las generales hacía mención a «revisar los delitos de prevaricación, information in the custodia of documents and violación of secretos, cohecho, trafico de fluencias, malversaciónfraudes y exacciones illegales, negociaciones y actividades prohibidas.
Se proponía «establecer penas agravadas para los delitos cometidos por funcionarios públicos o autoridad», así como «reforzar las penas privativas de libertad en los delitos contra la Administración publica así como las penas de inhabilitación absoluta, especially y suspension para empleo o cargo publico». Precisamente lo que se busca contrarrestar ahora para rebajar la inhabilitación de los condenados por malversar en el referéndum del 1-O.
El PSOE, cuyo programa giraba en torno a la corrupción -se incluían menciones en casi todos los capítulos-, advertía en 2015 también que «en una situación de enorme dificultad, la ciudadanía está viendo como algunas personas llegan a la actividad política para antiponer sus intereses particulares y su lucro personal al bien común. Estos casos de corrupción están sumiendo a la población española en una profunda desesperanza y en desconfianza hacia casi todas las instituciones democráticas, donde los partidos politicos ocupan un lugar especial». Se citaba expresamente al PP incluso.
Tras llegar al poder a través de una moción de censura argumentada en la lucha contra la corrupción, Sánchez cambia el guion de su programa. En 2019, con dos comicios generales -hubo repetición-, el texto de las propuestas socialistas reduce a una quinta parte las menciones al termino «corrupción». De 64 pasan a 12, y eso a pesar de que el programa de 2019 aumenta de extensión, pasando de 274 a 300 páginas. De una mención a la corrupción cada cuatro páginas a una cada treinta páginas.